Cómo identificar aves por color, forma y comportamiento
Identificar aves comienza por fijarse en lo que más resalta al principio: el color, la forma general y cómo se comporta el ave. Entrenar la vista en estas tres pistas convierte los avistamientos al azar en identificaciones seguras.
Usar el color de forma inteligente
El color suele ser lo primero que se ve, pero es fácil malinterpretarlo con poca luz o a distancia. Concéntrate en los patrones, no solo en los colores aislados.
- Busca contrastes entre partes del cuerpo, como cabezas oscuras en cuerpos claros o colas brillantes en dorsos apagados.
- Fíjate en manchas específicas de color, como anillos oculares, franjas alares, parches en la garganta, “gorros” o puntas de la cola.
- Compara las partes superiores e inferiores para ver si el ave es más oscura arriba y más clara abajo o si tiene un color uniforme.
- Presta atención a las condiciones de luz y a la distancia, porque la sombra, el reflejo y la contraluz pueden hacer que un ave brillante parezca apagada.
- Usa el color junto con la ubicación y la estación del año para saber qué patrones de color son probables en tu zona en ese momento.
Interpretar la forma y la estructura
La forma cambia menos que el color y suele ser más fiable. Piensa en cada ave primero como una silueta y luego añade los detalles.
- Empieza por el tamaño, comparando el ave con referencias habituales, como “del tamaño de un gorrión”, “del tamaño de un mirlo” o “del tamaño de un cuervo”.
- Observa las proporciones del cuerpo: si el ave parece esbelta, robusta, de cola larga o de alas cortas.
- Estudia la forma del pico, ya que los picos finos suelen indicar que se alimenta de insectos o néctar, y los picos gruesos a menudo señalan comedores de semillas.
- Observa la longitud y el contorno de la cola para ver si es ahorquillada, redondeada, cuadrada o puntiaguda.
- Fíjate en la forma de las alas en vuelo, como alas largas y puntiagudas en voladores rápidos, o alas anchas y redondeadas en aves planeadoras.
Usar el comportamiento como pista
El comportamiento suele ser decisivo cuando el color y la forma no bastan. La manera en que un ave se mueve y se alimenta puede ser tan distintiva como su plumaje.
- Anota el modo de alimentación, como dar saltos en el suelo, trepar por la corteza, permanecer cernida en el aire o bucear en la superficie del agua.
- Observa los patrones de vuelo, como aleteo constante, alternancia de aleteos y planeos, vuelo a saltos o planeo lento en círculos.
- Fíjate en la postura, porque algunas aves se mantienen erguidas y alerta, mientras que otras se mantienen bajas y horizontales.
- Escucha y observa los hábitos de movimiento, como el balanceo constante de la cola, pequeños aleteos de las alas o el movimiento habitual de sacudir el cuerpo.
- Registra el uso del hábitat, como permanecer en lo alto del dosel, rozar la superficie de aguas abiertas o aferrarse a superficies verticales.
Integrar color, forma y comportamiento
La identificación segura surge de combinar las tres pistas en lugar de depender de un solo rasgo.
- Toma notas rápidas de campo que incluyan un patrón de color, un rasgo de forma y un detalle de comportamiento para cada ave.
- Da prioridad al rasgo más inusual que viste, como una forma extraña de la cola o un estilo de vuelo muy característico.
- Usa una guía de campo o una aplicación para comparar tu descripción en tres partes con especies similares.
Conclusión
Identificar aves se vuelve más sencillo cuando buscas deliberadamente los patrones de color, la forma del cuerpo y el comportamiento al mismo tiempo. Acostúmbrate a preguntarte qué fue lo que más te llamó la atención en cada una de estas tres categorías de cada ave que ves. Con práctica, tus notas se convertirán en identificaciones rápidas y precisas y en momentos al aire libre más gratificantes. Sigue observando, registrando y comparando, y tus habilidades para reconocer aves se afinarán de forma constante.








